Descripción general

La inducción del trabajo de parto, también conocida como parto inducido, provoca que el útero se contraiga durante el embarazo antes de que el parto comience por sí solo para lograr un parto vaginal.

Un proveedor de atención médica podría recomendar una inducción del trabajo de parto por varios motivos, principalmente cuando hay una preocupación por la salud de la madre o del bebé. Un factor importante para predecir si una inducción será exitosa es lo suave y dilatado que está el cuello del útero (maduración del cuello del útero). La edad gestacional del bebé según lo confirmaron las primeras ecografías regulares también es importante.

Si un proveedor de atención médica recomienda la inducción del trabajo de parto, suele ser porque los beneficios superan los riesgos. Si estás embarazada, entender por qué y cómo se realiza una inducción del trabajo de parto puede ayudar a prepararte.

Por qué se realiza

Para determinar si es necesaria la inducción del trabajo de parto, es probable que un proveedor de atención médica evalúe varios factores. Entre ellos, se incluye la salud de la madre y el estado del cuello del útero. También se incluye la salud del bebé, su edad gestacional, peso, tamaño y posición en el útero. Entre los motivos para inducir el trabajo de parto, se incluyen los siguientes:

  • Que hayan pasado de 1 a 2 semanas después de la fecha probable de parto y no se haya iniciado el trabajo de parto (embarazo prolongado).
  • Cuando el trabajo de parto no comienza después de romper la fuente (ruptura prematura de la fuente).
  • Una infección en el útero (corioamnionitis).
  • Cuando el peso estimado del bebé es inferior al percentil 10 para la edad gestacional (restricción del crecimiento fetal).
  • Cuando no hay suficiente líquido amniótico alrededor del bebé (oligohidramnios).
  • Posiblemente, cuando se presenta diabetes durante el embarazo (diabetes gestacional) o se tiene diabetes desde antes del embarazo.
  • Cuando se presenta presión arterial alta en combinación con signos de daño a otro sistema de órganos (preeclampsia) durante el embarazo. O bien, cuando se tiene presión arterial alta antes del embarazo, la cual se presenta antes de la semana 20 del embarazo (hipertensión arterial crónica) o después de la semana 20 (hipertensión gestacional).
  • Cuando la placenta se despega de la pared interna del útero antes del parto, ya sea en forma parcial o completa (desprendimiento placentario).
  • Cuando se tienen determinadas afecciones médicas. Entre ellas, se incluyen enfermedades cardíacas, pulmonares o renales, y obesidad.

La inducción electiva del trabajo de parto es el inicio del trabajo de parto por conveniencia sin que haya necesidad médica. Puede resultarles útil a las mujeres que viven lejos del hospital o centro para partos o que tienen antecedentes de partos rápidos.

Una inducción programada podría ayudar a evitar el parto sin ayuda. En estos casos, el proveedor de atención médica corroborará que la edad gestacional del bebé sea de al menos 39 semanas o más antes de la inducción, para reducir el riesgo de trastornos de salud para el bebé.

A partir de estudios recientes, la inducción del trabajo de parto se ofrece entre la semana 39 y 40 a mujeres con embarazos de bajo riesgo. Las investigaciones indican que la inducción del trabajo de parto en ese momento reduce varios riesgos, incluido que se produzca la muerte fetal intraútero, tener un bebé grande y presentar presión arterial alta a medida que el embarazo avanza. Es importante que las mujeres y sus proveedores de atención médica estén de acuerdo en la decisión de inducir el trabajo de parto entre las semanas 39 y 40.

Riesgos

La inducción del trabajo de parto implica varios riesgos, incluidos los siguientes:

  • Inducción fallida. La inducción se puede considerar fallida si los métodos usados no provocan el parto vaginal luego de 24 horas o más. En esos casos, puede ser necesaria una cesárea.
  • Frecuencia cardíaca fetal baja. Los medicamentos que se usan para inducir el trabajo de parto (oxitocina o prostaglandina) pueden hacer que el útero se contraiga demasiado, lo que puede reducir el suministro de oxígeno al bebé y bajar su frecuencia cardíaca.
  • Infección. Algunos métodos de inducción del trabajo de parto, como la ruptura de las membranas, podrían aumentar el riesgo de infección tanto para la madre como para el bebé. Cuanto más tiempo pase entre la ruptura de la membrana y el trabajo de parto, mayor será el riesgo de infección.
  • Rotura uterina. Esta es una complicación poco frecuente pero grave, en la que el útero se desgarra a lo largo de la cicatriz de una cesárea o cirugía mayor de útero anterior. En raras ocasiones, la rotura uterina también puede ocurrir en mujeres que no se han sometido a una cirugía del útero.

    Se necesita una cesárea de urgencia para evitar complicaciones que pongan en riesgo la vida. Es posible que deban extirpar el útero.

  • Sangrado después del parto. La inducción del trabajo de parto aumenta el riesgo de que los músculos del útero no se contraigan adecuadamente después de dar a luz, lo cual puede provocar un sangrado grave después del parto.

La inducción del trabajo de parto no es la mejor opción para todo el mundo. Podría no ser una opción si:

  • Te realizaron una cesárea con incisión clásica o una cirugía importante de útero
  • La placenta está bloqueando el cuello del útero (placenta previa)
  • El bebé se presenta de nalgas o de lado (posición transversal)
  • Tienes una infección activa por herpes genital
  • El cordón umbilical se desliza hacia la vagina antes del parto (prolapso del cordón umbilical)

Si te han realizado una cesárea anteriormente y te inducen el trabajo de parto, el proveedor de atención médica evitará ciertos medicamentos para reducir el riesgo de ruptura uterina.

Cómo prepararse

La inducción del trabajo de parto se realiza por lo general en un hospital o centro de partos. Allí, la madre y el bebé pueden estar controlados y están disponibles los servicios de trabajo de parto y alumbramiento.

Lo que puedes esperar

Durante el procedimiento

Hay varias formas de inducir el trabajo de parto. Según las circunstancias, el proveedor de atención médica puede utilizar una de las siguientes formas o una combinación de estas. El proveedor de atención médica puede hacer lo siguiente:

  • Hacer madurar el cuello del útero. En ocasiones, se colocan prostaglandinas, versiones de sustancias químicas que el cuerpo produce de forma natural, en el interior de la vagina, o se toman por vía oral para afinar o suavizar (madurar) el cuello del útero. Después de aplicar las prostaglandinas, se controlan las contracciones y la frecuencia cardíaca del bebé.

    En otros casos, se coloca en el cuello del útero un tubo pequeño (catéter) con un globo inflable en la punta. Llenar el globo con solución salina y apoyarlo contra la parte interna del cuello del útero ayuda a que este madure.

  • Separar las membranas del saco amniótico. Mediante esta técnica, también conocida como desprendimiento de las membranas, el proveedor de atención médica pasa un dedo cubierto por un guante sobre el revestimiento del saco amniótico cerca del feto. De este modo, se separa el saco del cuello del útero y de la parte inferior de la pared uterina, lo que puede ayudar a iniciar el trabajo de parto.
  • Romper el saco amniótico. Mediante esta técnica, también conocida como amniotomía, el proveedor de atención médica realiza una pequeña incisión en el saco amniótico. El orificio hace que se rompa la fuente, lo que puede ayudar a que el trabajo de parto avance.

    La amniotomía se realiza solo si el cuello del útero está parcialmente dilatado y afinado, y si la cabeza del bebé se encuentra en lo profundo de la pelvis. Se controla la frecuencia cardíaca del bebé antes y después del procedimiento.

  • Inyectar un medicamento en una vena. En el hospital, un proveedor de atención médica podría inyectarte por vía intravenosa una versión de oxitocina (Pitocin), una hormona que hace que el útero se contraiga. La oxitocina es más eficaz para acelerar el trabajo de parto que ya ha comenzado que para madurar el cuello del útero. El proveedor de atención médica controla las contracciones y la frecuencia cardíaca del bebé.

El tiempo que demore en iniciarse el trabajo de parto dependerá del grado de maduración del cuello del útero al comienzo de la inducción, las técnicas de inducción que se utilizaron y la manera en que el organismo reaccione a dichas técnicas. Puede tardar desde minutos hasta horas.

Después del procedimiento

En la mayoría de los casos, la inducción del trabajo de parto conlleva a un parto vaginal. Si la inducción no lleva a los resultados deseados, es decir, si no se produce un parto vaginal, es posible que se deba realizar otra inducción o una cesárea.

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July 19, 2022
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Inducción del trabajo de parto