Descripción general
La electromiografía (EMG) es un procedimiento de diagnóstico que se utiliza para evaluar la salud de los músculos y las células nerviosas que los controlan (neuronas motoras). Los resultados de la electromiografía pueden revelar una disfunción nerviosa, una disfunción muscular o problemas con la transmisión de señales de nervios a músculos.
Las neuronas motoras transmiten señales eléctricas que hacen que los músculos se contraigan. En la electromiografía se utilizan dispositivos diminutos denominados electrodos para traducir estas señales en gráficos, sonidos o valores numéricos que después interpreta un especialista.
Durante una electromiografía con aguja, un electrodo de aguja que se introduce directamente en un músculo registra la actividad eléctrica en ese músculo.
En un estudio de conducción nerviosa, otra parte de la electromiografía, se utilizan los electrodos adheridos a la piel (electrodos de superficie) para medir la velocidad y la intensidad de las señales que se desplazan entre dos o más puntos.
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Por qué se realiza
El médico podría solicitar una electromiografía si tienes signos o síntomas que podrían indicar un trastorno nervioso o muscular. Estos síntomas pueden incluir los siguientes:
- Hormigueo
- Entumecimiento
- Debilidad muscular
- Dolor o calambre muscular
- Ciertos tipos de dolor en las extremidades
Con frecuencia, los resultados de la electromiografía son necesarios para ayudar a diagnosticar o descartar ciertas enfermedades, como las siguientes:
- Trastornos musculares, como distrofia muscular o polimiositis.
- Enfermedades que afectan la conexión entre el nervio y el músculo, como la miastenia gravis.
- Trastornos de los nervios que se encuentran fuera de la médula espinal (nervios periféricos), como síndrome del túnel carpiano o neuropatías periféricas.
- Trastornos que afectan las neuronas motoras del cerebro o la médula espinal, como esclerosis lateral amiotrófica o poliomielitis.
- Trastornos que afectan la raíz del nervio, como una hernia de disco en la columna vertebral.
Más información
Riesgos
La electromiografía es un procedimiento de riesgo bajo, y es inusual que haya complicaciones. Existe un riesgo bajo de hemorragia, infección y lesión del nervio donde se inserta un electrodo con forma de aguja.
Si se examinan los músculos a lo largo de la pared del tórax con un electrodo con forma de aguja, existe un riesgo muy bajo de que este pueda causar una filtración de aire en el área entre los pulmones y la pared torácica, y provocar un colapso pulmonar (neumotórax).
Cómo prepararse
Alimentos y medicamentos
Cuando programes una electromiografía, pregunta si tienes que dejar de tomar cualquier medicamento recetado o de venta libre antes del examen. Si tomas un medicamento llamado Mestinon (piridostigmina), debes consultar específicamente si debes interrumpir el medicamento para el examen.
Baño
Dúchate o toma un baño poco antes del examen para eliminar los aceites de la piel. No te apliques lociones ni cremas antes del examen.
Otras precauciones
El especialista en sistema nervioso (neurólogo) que realiza la electromiografía deberá saber si tienes ciertas enfermedades. Bríndales al neurólogo y al personal del laboratorio de electromiografía la siguiente información:
- Si tienes un marcapasos o cualquier otro dispositivo médico eléctrico
- Si tomas medicamentos anticoagulantes
- Si tienes hemofilia, un trastorno de coagulación de la sangre que provoca sangrado prolongado
Lo que puedes esperar
Antes del procedimiento
Es probable que te pidan que uses una bata hospitalaria durante el procedimiento y que te recuestes sobre una camilla de exploración. Para prepararte para el estudio, el neurólogo o un técnico te colocan electrodos superficiales en varios lugares sobre la piel, según el área en la que presentas los síntomas. O bien, el neurólogo puede introducir electrodos con forma de aguja en distintos sitios, en función de tus síntomas.
Durante el procedimiento
Cuando el estudio se encuentre en curso, los electrodos de superficie transmitirán, en ocasiones, una corriente eléctrica muy leve capaz de percibirse como una punzada o un espasmo. El electrodo con forma de aguja puede causar molestias o dolor que suelen desaparecer poco después de retirar la aguja.
Durante la electromiografía con aguja, el neurólogo evaluará si hay actividad eléctrica espontánea cuando el músculo está en reposo (actividad que no está presente en el tejido muscular sano) y el grado de actividad cuando contraes ligeramente el músculo.
El neurólogo te dará instrucciones sobre cómo relajar y contraer un músculo en los momentos adecuados. Durante el examen, el neurólogo puede pedirte que cambies de posición, en función de los músculos y los nervios que esté examinando.
Si te preocupan las molestias o el dolor en cualquier momento durante el examen, tal vez desees hablar con el neurólogo para tomarte un breve descanso.
Después del procedimiento
Es posible que tengas moretones temporales leves en el lugar en el que se introdujo el electrodo con forma de aguja en el músculo. Los moretones deberían desaparecer en el plazo de unos días. Si persisten, comunícate con el médico de atención primaria.
Resultados
El neurólogo interpretará los resultados del examen y preparará un informe. El médico de atención primaria, o el médico que ordenó la electromiografía, te explicará el informe en una cita médica de seguimiento.